De las mejores fisuras de la Península. Equipada en 1999 por Pere Vilarasau y David Tort. Se baja en dos rápeles por la misma vía con cuerda doble o en cuatro rápeles si vais con simple. La vía cuenta hasta la fecha con bastante equipamiento, pero se hace necesario un juego de friends para no pasar miedo. Interesante vendarse las manos y llevarse una gíndola para la tercera reunión.
Para llegar hay que salir del refugio de Amitges a 3,5 horas de coche, seguir por la pista de la derecha para cruzar por la presa de enfrente y al final seguir un sendero marcado con hitos de piedra qua va girando hacia la izquierda y nos lleva a otro valle sorteando las paredes. Seguir los hitos hasta que veamos la silueta del Capuchino, 1,5 horas desde el refu.
